Invierno 2018 | Año 21 | Número 82
| ARTÍCULOS MÉDICOS

La postura corporal y la tecnología

Pablo Santiago Pelegri, Médico Clínico Especialista en Medicina del Deporte - M.N.: 104.250.

La tecnología pasó a ser casi indispensable en nuestro día a día, ya que ofrece muchos beneficios y “agiliza la vida”. Pero su utilización podría traer problemas que repercuten en la salud. Actualmente, hay mucha información disponible acerca del uso de tantos elementos tecnológicos, y de los distintos problemas visuales, auditivos, cognitivos y posturales que trae para cada segmento de la población: adultos,  jóvenes y niños.

En el presente artículo se investiga la relación del uso de elementos tecnológicos sobre la postura, y, en consecuencia, el efecto sobre la columna y articulaciones. El uso prolongado o repetitivo de adminículos electrónicos genera posiciones inadecuadas en los brazos, hombros, y mano, que pueden producir inflamación o irritación de los tendones en esas zonas.

Después de largas horas frente a una computadora, con el cuello y cabeza en flexión, se genera tensión y dolor, que pueden extenderse a hombros, espalda, y cabeza, sobre todo si la pantalla está por debajo de la altura de la vista. También esto sucede al controlar mensajes en el celular o ver televisión con la espalda encorvada.  
En una encuesta realizada en Alemania se analizó el uso masivo de dispositivos electrónicos en niños y adolescentes de entre 11 y 17 años, concluyendo que la población que permanece más de cinco horas diarias junto a este tipo de equipos presenta mayor índice de tejidos adiposos. Otro estudio, publicado en el European Spine Journal, observó 150 jóvenes de un colegio secundario en Brasil y concluyó en que la postura con la cabeza inclinada por el uso del teléfono (ya sea juegos o escribiendo mensajes) no produce un aumento del dolor a nivel cervical.

 


En la misma línea, el doctor Greg Lehman, fisioterapista y especialista en quiropraxia, asegura que no hay una postura ideal, y que la flexión cervical que realizamos al utilizar el teclado del celular o pantallas no es suficiente para producir cervicalgias. Además, explica que la dolencia postural no aumenta su aparición cuando utilizamos elementos tecnológicos en comparación a los momentos en los que leemos libros, jugamos ajedrez, miramos al piso al caminar, etc.

Lehman observa que la investigación no relaciona la “mala postura” con el dolor, ya que los estudios demuestran que las personas que están mayormente paradas, atraen dolor lumbar, tanto como aquellas que están sentadas. Así, la alternativa no es preocuparse por la postura sino abordar el dolor desde todos los hábitos de esa persona, que podrían estar generándolo (por ejemplo: falta de actividad y movilidad, no dedicarse a pasatiempos, etc.)

Concluye que las cervicalgias se producen por permanecer demasiado tiempo sin moverse, y no necesariamente por el uso de tecnología. No es tan importante la postura que adoptamos, como el tiempo durante el cual permanecemos en una postura fija.

Teniendo en cuenta este aspecto, en caso de dolencia postural se sugiere:

Cambios de postura
Ejercicios de movilidad
Calor local para las contracturas musculares
Frío en caso de tendinopatías
Fisioterapia
Analgésicos.