Verano  | Año 21 | Número 84
| ARTÍCULOS MÉDICOS

Infartos: cuando los minutos cuentan

Entrevista al doctor Carlos Barrero, Jefe de Cardiología de las clínicas Bazterrica y Santa Isabel.

Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en la Argentina, tanto en hombres como en mujeres. Se calcula que hay alrededor de 40 mil infartos al año, de los cuales un tercio no llega a los centros de atención.

El doctor Carlos Barrero, Jefe de Cardiología de la Clínica Bazterrica y de la Clínica Santa Isabel, menciona: “En un tercio de los infartos, en los que la arteria se obstruye completamente, se desarrolla una arritmia maligna, en la que el paciente necesita una atención inmediata. Esta es la situación más grave dentro del infarto agudo de miocardio, ya que el paciente tendrá poco tiempo para recibir la atención adecuada. En el resto de los casos, el tiempo trascurrido entre los síntomas y la atención médica es primordial para, no solo salvar al músculo cardíaco, sino también la vida del paciente. Una vez que el paciente nota los primeros síntomas debe comunicárselo a alguien y así pedir ayuda urgente”. El infarto requiere de atención inmediata, ya que a medida que pasa al tiempo, el músculo cardíaco se va muriendo. Si la atención se recibe en las primeras dos horas, se puede recuperar hasta un 80% del músculo cardíaco afectado, un 40% luego de las dos horas y solo un 20% si el paciente recibe atención pasadas cuatro horas del comienzo de los síntomas.

“Si bien hay algunos infartos que pueden ser asintomáticos, la mayoría de las veces hay señales muy claras. El dolor intenso en el pecho, junto con sudoración, vómitos, náuseas, la opresión que puede irradiarse a la mandíbula, al brazo, o bien en el medio de los omóplatos, el dolor agudo en la boca del estómago; todos pueden ser síntomas de un infarto, que en una persona con factores de riesgo debe darle la pauta de llamar a la urgencia médica”, aclara el doctor Barrero, Presidente de la Sociedad Argentina de Cardiología 2011.

Las demoras en la atención muchas veces no responden a la falta de llamado del paciente. A veces los equipos de hemodinamia se demoran, los trámites administrativos, la atención en guardia o hasta la lectura del electrocardiograma, pueden hacer que el paciente reciba atención luego de las dos primeras horas de presentar los síntomas. El doctor Barrero señala: “Se debe manejar un protocolo en el que todas las partes de la cadena estén integradas para atender al paciente infartado en los primeros 90 minutos del comienzo de los síntomas”. Además, agregó: “En las Clínicas Bazterrica y Santa Isabel ya poseemos un sistema integrado con la prepaga OMINT. Al detectar el sistema de emergencia en domicilio un posible infarto en curso, se comunica con el médico de Unidad  Coronaria a través de una línea directa por la que envía los electrocardiogramas. De confirmarse el diagnóstico, se prepara el equipo de hemodinamia mientras el paciente es trasladado con lo que las demoras al tratamiento se reducen de manera sustancial”. 

La mayoría de los infartos son prevenibles, se trata de muertes prematuras que en general están asociadas  a un estilo de vida no saludable: tabaco, ingesta abundante de sal, sedentarismo, alimentación pobre en frutas y verduras,  y rica en grasas saturadas y azúcares. Así, la hipertensión arterial, el tabaquismo, la diabetes, el colesterol, el sobrepeso y la falta de actividad física constituyen factores de riesgo predisponentes para sufrir un infarto. Entonces, el enfoque debe ser global sobre el estilo de vida.

“Más allá del tratamiento integral que el paciente deberá seguir con el médico, se debe hacer foco en la educación. Es muy importante que se les enseñe a los más chicos a llevar un estilo de vida saludable, con una buena alimentación, realizando actividad física y sabiendo que este tipo de enfermedades pueden y deben prevenirse”, concluye el doctor Barrero.